Fertiberia da un paso atrás en su giro verde y sale de uno de los proyectos más ambiciosos de los anunciados hasta ahora en el marco de su transformación renovable. El gigante español de fertilizantes acaba de anunciar al mercado que a finales de febrero abandonará el proyecto Barents Blue, que incluía la construcción de la mayor planta de amoniaco limpio de Europa, cuya futura producción de combustible renovable equivalía a la mitad del objetivo anual que se había marcado el grupo español.
"Fertiberia, S.A., filial de Fertiberia Corporate, anuncia la finalización, con fecha 28 de febrero de 2025, de su colaboración con la empresa noruega Horisont Energi en Barents Blue, proyecto de producción de amoniaco limpio en Noruega", ha informado la empresa este viernes al mercado en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Hace justo dos años, en febrero de 2023, Fertiberia anunció su alianza con la firma noruega en esta iniciativa. Según el anuncio, ambos socios participarían del proyecto a razón de un 50% cada uno, si bien fuentes de la empresa española aseguran ahora que todavía no se había constituido la sociedad conjunta prevista inicialmente, por lo que Fertiberia no ha contado con una posición accionarial en el activo.
El proyecto llegó a entrar en la lista de IPCEI (Proyecto Importante de Interés Común Europeo), en cuyo marco recibió una subvención de 482 millones de coronas noruegas (más de 41 millones de euros). Dicha ayuda, matizaron en su día ambas compañías, "no se verá afectada por los cambios en el consorcio de socios".
El adiós de Fertiberia a su gran apuesta noruega se produce en pleno relevo al frente del grupo, que aún está digiriendo la salida de su máximo ejecutivo, Javier Goñi, quien hace apenas un mes dejó el grupo de fertilizantes tras más de 20 años de trayectoria interna para asumir su nuevo cargo como CEO de Exolum (antigua CLH), responsable de la gestión de la red española de oleoductos.
Si bien, fuentes oficiales de Fertiberia enmarcan el reciente paso atrás en un hecho aislado. "La compañía ha tomado la decisión de retirarse del proyecto tras un proceso de evaluación en el que se ha determinado que no se cumplen algunas de las condiciones necesarias para continuar con nuestra participación". En cuanto al posible impacto en otras iniciativas de la empresa, indican que el grupo lleva a cabo "una revisión continua de nuestra cartera de proyectos", pero rechazan que el abandono de Barents Blue vaya a tener repercusiones sobre otras iniciativas semejantes.
Amoniaco, el hermano manejable del H2
El amoniaco limpio forma parte de la familia de combustibles basados en moléculas verdes, como el hidrógeno. Actualmente, está presente en muchos procesos industriales, como la producción de fertilizantes o de químicos. Hasta ahora, estos sectores lo habían empleado en su versión gris, es decir, generado gracias a la quema de gas natural.
En el marco de la descarbonización industrial, grandes consumidores como Fertiberia han empezado a sustituir este combustible por su versión limpia, esto es, bien generado con energías renovables, bien producido a partir de gas pero capturando las emisiones generadas en el proceso. Del primer proceso sale lo que se conoce como combustible verde y del segundo, combustible azul.
Barents Blue se enmarca en el segundo bloque. "El proyecto consiste en el desarrollo de una planta de amoniaco de última generación directamente conectada a un yacimiento de gas natural situado en el Mar de Barents. El proceso capturará el 99 % del CO2 generado", informaron en su día los dos socios, que publicitaron la iniciativa como "la planta de amoniaco azul más eficiente energéticamente del mundo".
Si bien, el gran potencial del amoniaco se espera como parte de la cadena logística del hidrógeno renovable, un negocio al que gobiernos y empresas han comprometido en los últimos años miles de millones de euros y al que muchos definen como el futuro maná energético. Se prevé que el hidrógeno viaje y sea almacenado diluido en amoniaco, que es un producto mucho más manejable.
Fertiberia ya es el principal consumidor de amoniaco de España, donde representa el 30% de la demanda nacional de este combustible. En los últimos años, la compañía ha firmado múltiples acuerdos de colaboración, entre ellos varios de los principales consorcios de hidrógeno europeos, posicionándose en tres mercados estratégicos. La Península Ibérica, Suecia y Noruega, que cuentan con la energía renovable (solar, eólica e hidráulica) más barata de Europa.
Con el anuncio de este viernes, la cotizada española, que cuenta con 1.600 empleados y 14 centros industriales en España, Portugal y Francia; ha puesto fin a su aventura noruega. En su momento, Fertiberia y su socio nórdico calcularon que Barents Blue sería capaz de producir 300.000 toneladas de amoniaco al día, más de un millón al año. El objetivo a nivel global que Fertiberia ha adquirido con el mercado es el de producir 2,5 millones de toneladas anuales de amoniaco limpio.